Fernández subraya los pasos dados hacia el “modelo de Servicios Sociales no asistencialista que queremos para esta ciudad”

Cádiz, 14 de diciembre de 2016. La concejala de Asuntos Sociales, Ana Fernández, ha presentado hoy junto a varios técnicos de la delegación los datos obtenidos durante la primera fase de análisis para la elaboración del Plan Estratégico del área. Con esta presentación “hoy damos un paso hacia el modelo de Servicios Sociales que queremos para esta ciudad y que tiene como punto de partida el análisis de la realidad que se vive en la ciudad de Cádiz”.  Fernández ha señalado que “este estudio nos ha permitido poner negro sobre blanco la sensación o la idea de lo que sucede esta ciudad pero con datos que lo respalden”. Como ejemplo ha señalado que “durante el primer semestre de 2016 se han atendido a más de 27.000 personas, un número que equivale al de desempleados en esta ciudad, lo que es mucho más que significativo”.

La presentación de esta primera fase de análisis ha estado a cargo del encargado de dirigir este informe, el técnico y doctor en Sociologìa Gabriel Robles, quien ha desgranado la realidad de la ciudad en materia de asuntos sociales así como la atención que se ofrece desde la delegación.

Así, se ha expuesto que el desempleo constituye uno de los problemas más importantes al tener un registro de 14.753 personas inscritas en el Servicio Andaluz lo que se traduce en que una de cada cinco personas de la ciudad en estad de trabajar está registrada como desempleada. Según el nivel de estudios, la mayor parte de ellos (un 70%) tienen estudios secundarios. Ahondando un poco más en el ámbito educativo en la ciudad, el informe revela datos alarmantes sobre el déficit formativo de la población al asegurar que hay un 24% de personas sin ningún tipo de estudios o estudios primarios incompletos, a los que habría que sumarle el 19,6% de la población que sólo posee EGB, el Bachillerato Elemental o la ESO. Esta baja formación afecta más a las mujeres que a los hombres, con una diferencia de más de 5.000 personas entre unos y otros. Aún así, comparando esta cifra con años anteriores, se puede observar que el número de personas con baja formación está disminuyendo. En concreto, desde el 2010 ha descendido en 9 puntos.

El desempleo, unido a la falta de vivienda (o de una vivienda en condiciones dignas) son contemplados en el análisis como las principales puertas de entrada en el complejo mundo de la exclusión social, un hecho que se ve directamente reflejado en las demandas de prestaciones de emergencia social en los servicios sociales comunitarios de Cádiz. De hecho, la situación de la vivienda en Cádiz, revierte directamente en la delegación municipal de Asuntos Sociales que es quien asume las deficiencias de otros sistemas como puede ser el de vivienda ya que interviene directamente en los pagos de alquiler de vivienda de renta libre y/o protegida de aquellos usuarios que no pueden afrontar este gasto. El informe recoge que, “asumiendo que es una necesidad básica, la carencia de recursos provoca un aumento directo de la presión a los servicios sociales, las listas de espera aumentan con lo que la reclamación ciudadana conduce a una intervención de contención coyuntural, perdiéndose la perspectiva sobre las causas estructurales del fenómeno”.

Incremento de las demandas

Centrado en la labor que se realiza desde el área de Asuntos Sociales, se confirma un crecimiento constante de las demandas ciudadanas, un incremento que, destacan, se produce independientemente de las coyunturas socioeconómicas. El año que presenta mayor incremento es 2010 con un aumento en más de 12.500 consultas, que no encaja con los años de más impacto de recesión. En Cádiz, el año de mayor índice de paro fue el 2013, sin embargo el crecimiento ha sido sostenido y parece independiente del modelo económico. El pico se produce en 2014 con más de 51.000 consultadas, ya en la senda de la recuperación económica pero en 2015 apenas se reduce, menos de 1.000 consultas. Este aumento de las peticiones puede estar más asociado a la capacidad de absorber la demanda que a los datos macroeconómicos del contexto social.

En esta línea de atención de la demanda, el informe pone el acento en que a pesar de que se ha producido un descenso de la población (en torno a unas 1.000 personas cada año) hay un aumentado del número de personas atendidas y prestaciones concedidas. En cuanto al perfil, establece que el 49, 72% de las personas que acuden a solicitar ayuda son mujeres frente a los 37,58% que son hombres. En cuanto al ámbito educativo, destaca la baja formación, ya que más de un 50% que acude no tiene formación o tiene estudios primarios, el estadio civil, con más de un 50%, se declaran “solteros” a pesar de darse otras situaciones como estados de separación, viudedad, familias reconstituidas…

En cuanto a las ayudas que se otorgan a los usuarios, las más numerosas son las destinadas a vivienda, principalmente para el pago del alquiler. Estas ayudas se han incrementado seis veces, pasando de 802 en 2005 a 5.500 en el 2015. El abono de suministro de luz y agua, en este mismo periodo, se ha incrementado casi 7 veces, pasando de 1.532 a 10.451 ayudas.

Este aumento exponencial de las ayudas puede deberse a la inclinación del área de Asuntos Sociales durante estos años hacia el asistencialismo, un modelo que según la delegada del área, Ana Fernández, “impide la planificación de la intervención social necesaria para indagar en las causas de las situaciones de exclusión social, imprescindible para la posterior transformación de la realidad”. En este sentido, la concejala ha mostrado la firme intención de que este Plan Estratégico que se está elaborando “nos permita salir de este modelo asistencialista y ahondar en la raíz del problema para poder acabar con la situación de exclusión social que viven nuestros vecinos y vecinas”.

El Plan Estratégico

La elaboración de este plan contempla tres fases siendo la primera la de identificación de la situación y tendencias, la segunda la detección de necesidades, limitaciones y obstáculos frente a valores y propuesta y una tercera fase compuesta por una taller de debate ciudadano.

Entre los objetivos de este plan se encuentran el de recopilar y describir la situación de la ciudad a través de los indicadores sociales fundamentales, identificar las causas y dinámicas que inciden en los procesos de exclusión social, describir las estructuras de valores, pensamientos y normas colectivas de acción social de la población, detectar las necesidades y limitaciones que en materia de asuntos sociales perciben los ciudadanos, usuarios, agentes sociales y profesionales, introducir el proceso de diagnóstico metodologías participativas de investigación para potenciar la presencia de la ciudadanía y los actores claves en la construcción de aquellos planes, programas y servicios que pueden afectar su futuro y, por último, construir colectivamente las propuestas de intervención social sobre las problemáticas que abarcan los servicios sociales y para la profundización en los derechos de la ciudadanía.

 

 

      Cádiz, a 14 de diciembre de 2016

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