José María González: “Hemos completado los espacios en blanco de la muerte de Dionisio Aretxabala”

Cádiz,  31 de enero de 2019. El alcalde de Cádiz, José María González y el concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, han hecho hoy entrega de los restos de Dionisio Aretxabala, uno de los represaliados exhumados en el cementerio de San José, a sus nietos. Tras el acto, José María González, ha asegurado que “con la entrega de los retos hemos cerrado el capítulo que faltaba por escribir de la familia Aretxabala”. Se trata de un paso importante, ha añadido, “porque para poder cerrar heridas, para poder avanzar en la verdad, justicia y reparación es necesario poder encontrar a quienes fueron asesinados simplemente por pensar distinto”.

José María González ha afirmado que “es para nosotros un orgullo poder haber llevado a cabo la primera fase de exhumación en el cementerio de San José porque, con este esfuerzo, estamos contribuyendo a avanzar en la historia”. “Con estos trabajos queremos completar los espacios en blancos. Aquellos espacios que con tanto ahínco quisieron silenciar”.

El alcalde ha relatado que “con la entrega de los restos, hemos completado la historia de Dionisio Aretxabala y ha sido gracias a la colaboración entre administraciones que están sensibilizadas con la memoria. Fueron las pruebas de ADN que se realizaron en el centro especializado de Granada las que dieron positivo y confirmaron sin lugar a dudas el parentesco”. Este es el primer caso de la provincia de Cádiz y uno de los primeros de Andalucía en el que el cotejo de ADN da resultado positivo.

Por su parte el concejal de Memoria Democrática, ha afirmado que “la entrega de los restos que hemos realizado hoy demuestra que los trabajos de exhumación realizados son necesarios para poder avanzar en la historia de la ciudad”. Al hilo de esto, ha informado que ayer se tomaron muestras de ADN de 18 personas de cara que puedan cotejarse ante el hallazgo de nuevos restos”. Así, ha pedido a aquellas personas que puedan tener algún familiar enterrado, “rompan con la losa del silencio para poder cerra el duelo”.

Antón Arkargorta Aretxabala, nieto de Dionisio Aretxabala y portavoz de la familia, ha relatado que “sabemos poco de lo que realmente le sucedió a mi abuelo en 1936. Era un marinero que llegó a Cádiz y fue detenido, encarcelado y encontrado muerto en extrañas circunstancias”. Arkargorta ha aseverado que “el de hoy es un día importante porque cerramos un paréntesis de ochenta años en la familia y si bien, seguramente nunca sabremos la verdad de su detención, de los cargos que le imputaron y de su muerte, hoy podemos cerrar el duelo”.

Aretxabala ha alertado de la necesidad “de romper el silencio sobre el que se ha construido la sociedad democrática a través de la justicia”.

Desde la plataforma por la Memoria Histórica, José Luis Gutiérrez ha destacado este acto “como final de la primera fase de exhumaciones que se han realizado en el campo santo gaditano” y ha instado a las administraciones a seguir trabajando para poder avanzar en las exhumaciones que aún quedan pendientes por resolver.

Dionisio Aretxabala Ulazia, era un maquinista naval vasco que, por circunstancias que no han podido ser concretadas, se encontraba detenido en la Prevención de Cádiz, donde murió en abril de 1939. El motivo oficial fue suicidio por ahorcamiento, tal y como figura en un escueto escrito de la época “en ese contexto siniestro de la represión franquista”. No existe mayor documentación para conocer las causas exactas por las que había sido detenido y tampoco sobre su muerte, pero sí consta en el archivo municipal un expediente que refleja que desde Bilbao se pidió el envío de los efectos personales y el traslado del cadáver, si bien nunca llegó a producirse.

Fue encontrado en la sepultura 13 del patio civil sur gracias al trabajo de investigación realizado por el arqueólogo Jesús Román, el antropólogo Juan José Guijo, el arqueólogo municipal José Gener y Rocío Martínez, arqueóloga en prácticas en ese periodo. La intervención fue “muy complicada” y, pese a dificultades de localización y de plazos, finalmente fue posible en abril de 2017.

Recuperados los restos del lugar en el que se encontraban, se tomaron muestras de ADN tanto a sus posibles familiares como a los restos óseos y, a través de la Dirección General de Memoria Histórica, se enviaron al centro especializado de Granada. Los análisis realizados dieron resultado positivo, permitiendo el inicio de los trámites oportunos para que la familia pueda hacerse cargo de los restos.

Esta acción se lleva a cabo tras los trabajos de exhumación en el cementerio de San José, con una primera fase de intervención en 2016 que permitió localizar los restos de 16 personas en diferentes sepulturas verticales y que concluyó con su inhumación en el cementerio mancomunado de Chiclana.

En abril de 2018 se inició una nueva fase para la localización y estudio estatigráfico de las fosas comunes del patio 1 que concluyó con la localización de hasta siete víctimas con indicios de muerte violenta, cuatro de ellas en fosa común y tres en la sepultura 28 localizados de forma paralela y gracias a los trabajos que se vienen realizando en el cementerio desde octubre de 2017 por SOS Bebés Robados.

 

 

                                                                                  Cádiz, 31 de enero de 2019

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